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Desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania, los países occidentales han implementado sanciones para debilitar la presión del Kremlin, con el petróleo como uno de los principales objetivos. En 2022, la Comisión Europea y Estados Unidos prohibieron la importación de crudo por vía marítima, y el G7 estableció un límite de precio de 60 dólares por barril para el petróleo ruso. A pesar de esto, Rusia ha diversificado sus clientes y, utilizando una flota fantasma, ha logrado que el Banco Mundial la considere una «economía de altos ingresos». Sin embargo, la reciente caída de las exportaciones de petróleo ruso, sin una causa aparente, es un gran enigma.
La semana pasada, las exportaciones semanales de petróleo de Rusia alcanzaron su nivel más bajo desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Asimismo, el promedio de exportaciones durante las últimas cuatro semanas cayó a su nivel más bajo desde febrero de este año. No hay una causa clara para este retraso en las entregas, ya que no se reportaron problemas en los cronogramas de carga ni interrupciones por mantenimiento. Tampoco hubo condiciones meteorológicas adversas que impidieran la carga de camiones petroleros, como ocurrió a finales de 2023 en el Mar Negro.
Según Bloomberg, las expediciones marítimas de barcos rusos a través del Mar Báltico, el Mar Negro y el Océano Pacífico se han reducido. Rosneft y Lukoil, dos de las principales empresas petroleras de Rusia, planean reducir sus envíos desde Novorossiysk en 200.000 barriles diarios tras finalizar operaciones en las plantas de Tuapse y Norsi. Además, entre marzo y junio, la producción total rusa se redujo en 360.000 barriles diarios.
Es probable que esta reducción esté relacionada con el compromiso de Rusia con la OPEP+, establecido en marzo, para aumentar la producción voluntaria de crudo a 471.000 barriles por día en la segunda mitad del año. Esto se suma a los 500.000 barriles diarios anunciados por Rusia para abril de 2023. Las sanciones también podrían haber contribuido a esta disminución: de los 21 camiones sancionados y controlados por países occidentales, solo 3 realizaron operaciones de transporte, y ninguno de los buques autorizados por la UE ha realizado trabajos de carga desde las nuevas sanciones impuestas por Bruselas el 24 de junio.
Según datos recopilados por Bloomberg, en la primera semana de julio se cargaron 18,7 millones de barriles de petróleo ruso, una caída del 27.12% respecto a la semana anterior. En términos de exportaciones diarias, Rusia exportó 2,67 millones de barriles en los primeros siete días de julio, aproximadamente 1 millón de barriles menos que la semana anterior, la cifra más baja desde la última semana de enero. La caída en las exportaciones se observó en todas las terminales exportadoras del país, excepto en Murmansk y Progorodnoye.
El destino principal del petróleo ruso sigue siendo Asia. En las últimas cuatro semanas, Rusia exportó en promedio 3,27 millones de barriles diarios, de los cuales 2,9 millones se dirigieron a mercados asiáticos, con India como principal cliente, seguido de cerca por China. India recibió 1,75 millones de barriles diarios en ese período, frente a los 900.000 barriles diarios enviados a China. Según cifras oficiales, Rusia no exportó ni un solo barril al sur ni al norte de Europa, y solo 325.000 barriles diarios fueron a la «zona mediterránea».
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